TEXTO EVANGÉLICO
“
Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: «Muchachos, ¿tenéis pescado?». Ellos contestaron: «No». Él les dice: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis». La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo a quien Jesús amaba le dice a Pedro: «Es el Señor». Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les ice: «Traed de los peces que acabáis de coger». Jesús les dice: «Vamos, almorzad». Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado.” (Jn 21, 4-7. 10-13)
COMENTARIO
Jesús sigue haciendo de anfitrión, a la vez que nos incorpora en su almuerzo: “Traed de los peces que acabáis de coger”. El pasaje acontece al alba, a la hora de Pascua, la hora de llegar a la otra orilla, momento en el que se experimenta que la noche no puede a la luz.
Jesucristo sigue acompañándonos en la Eucaristía y nos deja experimentar el agotamiento en nuestras tareas o la fecundidad de nuestro trabajo, según sea o no obediencia a su voluntad.
PROPUESTA
¿Has percibido el fruto de tu entrega?
