En 1973 un grupo de personas reunidas en Buenafuente del Sistal para vivir la Pascua de Resurrección con la comunidad religiosa de vida contemplativa que habitaba el monasterio decidieron, de forma espontánea, mantenerse vinculadas a este lugar para compartir la oración y tenerlo como lugar de encuentro con Dios.
Así, Amigos de Buenafuente, que no tiene forma jurídica ni estatutos, pero sí mucha presencia y significado en la misión de Buenafuente, se generó en el propio monasterio al partir y compartir el pan de la eucaristía. Podemos decir que su nacimiento, por su espontaneidad y su extensión, fue providencial. Surgió en torno a una comunidad religiosa, en un espacio natural sobrecogedor, sin estructura orgánica, ni estatutos, ni reconocimiento oficial. No hay cuotas, ni registro, ni listado, solo constan quienes desean recibir las comunicaciones que se remiten.
Se sienten Amigos de Buenafuente aquellas personas para las que su contacto con el monasterio ha supuesto una experiencia vital más o menos transformadora y que, de una u otra manera y con mayor o menor intensidad, mantienen un vínculo con este centro de oración y espiritualidad, a la vez que se hacen solidarios de manera libre y espontánea con las necesidades que perciben.
Los que lo desean participan en los diferentes encuentros que se programan: Adviento, Vigilia de la Inmaculada, Triduo Pascual, Pentecostés, Día de la Amistad.
Esta gran familia, con brazo largo y mano extendida, ha hecho posible la mejora y la habitabilidad de esta pequeña ciudad de Dios.
Texto en el que Ángel Moreno narra cuándo y cómo surgió Amigos de Buenafuente:
Toda ofrenda era vaso de agua en tiempo de sed
“Ante tanta intemperie y pobreza en el monasterio, toda ofrenda era vaso de agua en tiempo de sed. Como eco de las noticias y envíos epistolares aconteció la chispa o…