Tierra besada por viento
humedecido y cálido.
Tierra bendita, materna,
bañada de mirada amable.
Del Socorro, te llaman Candelaria.
Proclamada reina guanche
a orillas océanas, adelantada misionera.
Junto al mar, Señora,
refugiada en cueva, protegida,
abriste paso al Evangelio
de un nuevo pueblo.
Morena y serena, puerto,
cobijo, dique de abrigo
de barcos en deriva,
de ojos con lágrimas.
Tus pasos esperan las gentes
más recias, los aborígenes,
que sienten cobijas su anhelo,
y amparas sus hijos.
Eres, Señora, la madre bendita,
de Dios en la tierra, embajadora,
del cielo promesa de quienes confían,
aunque no lo sepan.
Extiende tu cetro, inclina tu mano,
Que el Niño que llevas
nos vea y bendiga,
y nos llevaremos de Él su sonrisa.
La Laguna, 26 de octubre de 2023