Vacío intenso,
cavidad desnuda,
Sin oropel ni adorno.
Materia en su esencia
No cabe distracción.
Sobriedad dramática.
Sepulcro interior.
Despojo de imagen.
Y ya más adentro,
rompe la luz el lienzo oscuro.
Se inunda de calidez el vacío.
Invisible envuelve la presencia.
Canta el corazón la trasparencia
de una cruz, espada levantada,
que abre el paraíso,
la estancia del jardín primero.
Hay que entrar para saber que la noche es luz,
la muerte, vida,
el despojo, acompañamiento.
Solo al interior surge la luz,
la cavidad desierta es habitada,
la nada se colma de presencia
Y se baña el alma en el abrazo.
¡Es verdad! Las piedras se abrieron
La tiniebla es vencida.
El caos se hace aliento.
¡Y rebrota la esperanza”
La Laguna, 25 de octubre, 2023