TEXTO BÍBLICO
“Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos” (Mt 5, 14-16).
COMENTARIO
A Dios se le representa con el fuego, Él se reveló a Moisés en la zarza ardiente. En el Éxodo, durante la noche, Dios guió a su pueblo en forma de columna de fuego. Quien contempla el rostro de Dios irradia luz. Jesús vino como “luz del mundo”, imagen reveladora de su identidad divina. El Resucitado promete el envío del Espíritu Santo, y el día de Pentecostés, la efusión del Espíritu aparece
como lenguas de fuego. El discípulo se convierte no solo en portador de la luz de Cristo, “Teóforo”, sino que él mismo es Luz. El bautizado queda divinizado. Las palabras de Jesús no son condicionales, sino apodícticas: “Vosotros sois luz”.
IMAGEN: EL CIRIO PASCUAL
Durante el Tiempo Pascual, el Cirio, bendecido la noche santa, preside la liturgia, y hace presente a Cristo resucitado. De este cirio se toma la luz que se entrega a los padres y padrinos en el sacramento del bautismo, mientras el ministro les dice: “A vosotros, padres y padrinos, se os confía la misión de acrecentar esta luz para que este niño, iluminado por Cristo, viva siempre como hijo de la luz y, perseverando en la fe, pueda salir al encuentro del Señor, con todos los Santos, cuando Él vuelva.”
PROPUESTA
¿Eres luz? ¿Acrecientas la luz de la fe?
