TEXTO BÍBLICO
«En verdad, en verdad os digo: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo» (Jn 6, 47-51).
COMENTARIO
Jesús pronuncia su gran discurso sobre el Pan de Vida, que es Él mismo, y se nos presenta como revelación de Dios: “Yo soy”, expresión que evoca el nombre divino, revelado a Moisés en la zarza ardiente. No es indiferente la reiteración de la palabra “pan”, que se repite por trece veces a lo largo del discurso, como si representara simbólicamente a los sentados a la Cena del Señor, Quien se dará enteramente en el pan partido. Sucede lo mismo con la palabra “vida”, que aparece nueve veces, y el verbo vivir, cinco veces. Jesús dirá de sí mismo: “Yo soy la vida”.
IMAGEN: EL PAN
Quiero rendir homenaje a las manos artesanas que amasan cada día el pan en la artesa, a quienes en una generación anterior ejercían el trabajo entrañable de tomar la harina, amasarla, introducir el reciento, cubrir la masa hasta que fermentara, y llevarla al horno comunal para cocer las hogazas al amor de la leña olorosa, que daba el sabor al pan candeal; ese pan era la atracción irreprimible en la mesa del labrador a la hora de hacer las rebanadas para dar a cada hijo su trozo, con la sentencia: “El pan es de Dios”.
PROPUESTA
¿Agradeces el pan de cada día? ¿Te das a los demás?
