CompaneroDiscúlpame que hoy te haga testigo
de mis pisadas en confinamiento.
Tú Eres referencia amiga, cierta,
liberadora de mi encerramiento.

Quizás tú prefieres no recordar
el tránsito del virus por tu vida.
A mí me permitió andar sereno
por senderos guardados en la mente.

El estar conmigo solo y a solas
me ha despertado sensaciones nuevas.
Y ahí adentro en la más íntima estancia
salva saberte amigo y compañero.

Cómo decirte el respirar profundo,
el embeleso ante paisaje agreste,
al contemplar el seno del hundido
paisaje rocoso del Alto Tajo.

Si me reservo el caminar a solas,
sin compartir mi ánimo gozoso,
siempre es menos el tiempo solitario
que poder enviar amor al mundo.

Gracias por ser tú hoy la referencia,
por dejarte decir de mi andadura
y expresar que el bien derramado existe,
belleza remecida en lo creado.

Quisiera transmitirte en tu silencio
la voz que a mí me salvó de la tristeza:
“No estás solo, tu nombre es pronunciado
por la ráfaga del divino viento”.

AutorMeditación

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