TEXTO PROFÉTICO
“Como un pastor que apacienta el rebaño, reúne con su brazo los corderos y los lleva sobre el pecho; cuida él mismo a las ovejas que crían” (Isa 40, 11).
TEXTO EVANGÉLICO
“Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en los montes y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, en verdad os digo que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado. Igualmente, no es voluntad de vuestro Padre que está en el cielo que se pierda ni uno de estos pequeños” (Mt 18, 12-14).
COMENTARIO
El mensaje central de las lecturas de hoy evoca la imagen del pastor, y sabemos que Jesús personaliza esta imagen, cuando dice de sí mismo: “Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas” (Jn 10, 11).
Pero Jesús no solo personaliza la imagen del pastor, sino que llega a ser el verdadero Cordero, que se ofrece en sacrificio para perdón de los pecados. El cordero trabado en el zarzal en tiempos de Abraham, profetiza el momento en el que Juan Bautista señala a Jesús como Cordero de Dios.
María, la zarza ardiente, al presentar a su Hijo en el templo, abraza al pequeño Jesús, que no es rescatado con la ofrenda de un cordero, sino de unas tórtolas, porque José y María presentan a quien es el Cordero degollado capaz de abrir el libro de los siete sellos.
PROPUESTA
Siéntete rescatado por el Buen Pastor
