TEXTO EVANGÉLICO
“Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos”. Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres». «Escuchad y entended todos: nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre». Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los pensamientos perversos…” (Mc 7, 6-8.14-15).
CONSIDERACIÓN
Cuando para muchos, al terminar agosto, se termina el tiempo de vacaciones, y es el comienzo de curso, de las tareas y trabajos cotidianos, circunstancias que pueden producir tristeza, desánimo, melancolía, y hasta depresión, volvemos a escuchar los domingos el Evangelio según san Marcos.
El texto del Evangelio señala la fuente y el origen de lo que hace daño y puede afectar el ánimo, que es el corazón. Es clásico el síndrome posvacacional, que se manifiesta en apatía, desgana, depresión…
Tenemos una llamada a purificar el corazón. No nos justifica el exterior, sino la intención con que hacemos las cosas. Se perciben nuevas esclavitudes a los medios y al consumo. Esta medida afecta a los jóvenes y también a los adultos.
PROPUESTA
¿Te justificas con las prácticas externas? ¿Percibes la posible dualidad entre lo que haces y lo que sientes? ¿Guardas el corazón de toda dependencia?
