TEXTO BÍBLICO
“La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: “Me voy y vuelvo a vuestro lado”. Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis.” (Jn 14, 27-29)
COMENTARIO
En hebreo la palabra paz (שָׁלוֹם) es emblemática, se convierte en señal de identidad. El saludo de Jesús a sus discípulos no es una fórmula vacía, estereotipada, como quien dice “buenos días”. La palabra “paz” resume todo un deseo de bendición sagrada. Además, se convierte en contraseña del Resucitado, cuando se presenta a los suyos, estando con las puertas cerradas. El Maestro y Señor se da a conocer a los apóstoles con el saludo emblemático: “Paz a vosotros”.
IMAGEN: LA PAZ
En esta hora, en la que hemos visto tantas imágenes violentas, y en todo el mundo se han elevado oraciones por la paz. La promesa de Jesús de darnos su paz, a la hora de la despedida, y al encontrar estas mismas palabras en el saludo que les dirige a los discípulos en el día de Pascua. Nos permite comprender que el Misterio de la Pasión, muerte y resurrección de Jesús está abrazado por la paz de Cristo. Al escuchar al Resucitado que no faltarán luchas, el significado de la palabra paz en labios de Jesús va más allá de permanecer tranquilos, sin combates, más bien es el deseo de que sintamos la salvación.
PROPUESTA
Dicen los maestros: “Tanto en paz, tanto en Dios”. ¿Tienes paz?
