TEXTO BÍBLICO

«El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho (Jn 14, 23-26).

COMENTARIO

Hoy se resalta el término “Palabra”. Siempre impresiona la afirmación de Jesús sobre hacernos morada suya, y no solo suya, sino también de su Padre, convirtiéndonos en templos del Espíritu Santo, santuarios de la divinidad, sacramentos de Cristo, encarnación permanente de la presencia de Dios. Y cuanto afirmamos no es lucubración teológica, sino acontecimiento para el que cree. El Paráclito, el Abogado defensor que es el Espíritu, nos revela esta verdad identitaria.

IMAGEN: HABITADOS

V Lunes de Pascua 2022Por el misterio de la Encarnación, el Verbo de Dios se ha hecho nuestra carne y ha asumido la humanidad divinizándola o deificándola. La Encarnación no es solo un acontecimiento histórico, sino una realidad permanente. Santa Teresa narra: “Estando la misma noche en maitines, el mismo Señor, por visión intelectual, tan grande que casi parecía imaginaria, se me puso en los brazos a manera de como se pinta la «Quinta angustia». Hízome temor harto esta visión, porque era muy patente y tan junta a mí, que me hizo pensar si era ilusión. Díjome: «No te espantes de esto, que con mayor unión, sin comparación, está mi Padre con tu ánima» (Relaciones 58, 3).

PROPUESTA

¿Te sientes habitado por el Misterio Divino?

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