¡Se han cumplido las Escrituras!
Querido amigo: hoy me dirijo a ti avalado por los Evangelios, para compartir contigo la noticia que nos libera de perecer en un mundo acosado por circunstancias adversas. Pero, al mismo tiempo, es posible sentir la alegría en el corazón por el acontecimiento de la Madre de Dios. No me invento las palabras para ofrecerte un mensaje evasivo, sino que me apoyo en las Sagradas Escrituras para confirmarte que el Mesías, anunciado por los profetas, ha nacido en Belén, hijo de la Nazarena, y ha sido reconocido por pastores, por personas de bien y por los Magos. Y si nosotros lo acogemos, nos descubriremos familia de Dios, pudiendo llamarle: Papá, y a María, ¡Madre!
El Verbo encarnado es acogido por los hombres de buena voluntad. Por la fe nos convertimos en hijos de Dios y en hermanos: “El Verbo, vino a su casa, y los suyos no lo recibieron. Pero a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre. Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios” (Jn 1, 9-14).
La profecía se ha cumplido, Dios nos ha dado por su cuenta la señal: “Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Enmanuel. (Is 7, 14) “María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.” (Mt 1, 18).
Jesús, anunciado por los ángeles y reconocido por los pastores. Los descartados, pastores y ancianos, testigos del Nacimiento de Jesús: “El ángel les dijo: «No temáis, os anuncio una buena noticia que será de gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor.” (Lc 2, 10-11). “Simeón tomó (al Niño) en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, según tu promesa, | puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos ».” (Lc 2, 28-32)
El Hijo de Dios es adorado por los gentiles. Los migrantes, extranjeros y gentiles reconocen al Mesías. Dice la profecía: “Entonces lo verás y estarás radiante; tu corazón se asombrará, se ensanchará, porque la opulencia del mar se vuelca sobre ti, y a ti llegan las riquezas de los pueblos. Te cubrirá una multitud de camellos, | dromedarios de Madián y de Efá. Todos los de Saba llegan trayendo oro e incienso, y proclaman las alabanzas del Señor.” Isa 60, 5-6) Y narra el Evangelio: “Los Magos, al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas, lo adoraron.” (Mt 2, 10-11).
Feliz Año 2021
En esta hora difícil, es posible sentir la paz en el corazón, al vernos amados de Dios, quien por amor se ha hecho uno de nosotros. Si das fe a este mensaje, sentirás la alegría de la Navidad. “Que Dios te bendiga, te guarde, te conceda su favor, vuelva su mirada sobre ti y te dé la paz.”