Una luz se ha encendido permanente,
oración de vigilia ante la imagen,
al Cristo de la Salud en Buenafuente.
Es súplica por todos los que sufren,
y ruego porque pase la epidemia,
al tiempo de sentir la confianza.
Nunca sabremos si el ruego
fue fecundo en quienes sufren indigentes,
más es así la ofrenda gratuita.
Señor, desde el silencio cisterciense,
Te elevo las voces de los hombres
A Ti que sabes de dolores.
Intuyo que nos llevas a la esencia
de sabernos barro entre tus manos.
Restaura bondadoso nuestra quiebra.
De siempre hemos oído tus favores
de lluvia y defensa en el peligro.
Hoy te pedimos tu título bendito.
Cristo de la Salud, escucha
el grito de socorro de este mundo
y danos la señal reparadora.
Quizá esperas en silencio
nuestra súplica hasta abrazar
creyentes tus designios.
Intercede ante tu Padre, como entonces,
cuando el cáliz amargo, le gritaste
y déjanos sentir al menos la fuerza de tu brazo.
