Estas han sido las últimas palabras de Benedicto XVI, un hombre de Dios.
Con recuerdo agradecido, nos encomendamos a quienes nos han precedido en la fe.
Estas han sido las últimas palabras de Benedicto XVI, un hombre de Dios.
Con recuerdo agradecido, nos encomendamos a quienes nos han precedido en la fe.
Parece pretencioso saberse amado, y lo soy. Parece narcisismo creerse valioso, y lo soy. Parece…
Señor Santiago: Un año más, desde 1992, llegamos hasta tu casa alegres y colmados de…
Eucaristía es saberse en relación, en la presencia que atrae y envuelve. Tú necesario y…
Solo hace falta oír el corazón, más adentro que el pálpito o latido, escuchar la atracción de la paz, y seguir tras los pasos más gozosos.
Poesía, Ángel Moreno. Ser pródigo y atento en la escucha, hasta samaritano si es preciso
Volvamos al amor fundante, a la matriz del suelo, a la naturaleza, a su ritmo y a sus inviernos, a las flores del manzano, al estío cosechero. Volvamos a los colores, al berreo de los ciervos.
Oración. Y siguen las horas y los días, con la cita al caer la tarde. Es la hora de la brisa remecida de la mirada oculta en las entrañas.