Se oye el silencio
Acompaña el viento,
Fascina el desierto
Hablan los enebros.
Los pasos son quedos
por no despertar el tiempo.
La memoria dicta
acontecimiento eterno.
Todo sigue sereno.
La templanza permite
entrar en la espesura
y preguntar al bosque:
¿Dicen que es Navidad?
Y responde el eco:
“Siempre, cada día,
cantamos el Nacimiento”.
Mas hoy el corazón
siente más adentro.
Todo es belleza.
El alma se extasía.
Es verdad la calma,
el sosiego quieto,
la lluvia y el tempero
el frío y el hielo.
Es verdad que un día
se hizo tierra el cielo,
y desde entonces
todo huele a gloria.
La leña y el fuego,
el pan duro y el tierno,
lo dulce y amargo,
son alimentos recios.
Porque Aquel que lo creó
hizo todo bueno,
y aunque no lo sepas,
Navidad es de nuevo.