¡Cuantos, Señor, quisieran poder
estar en adoración ante tu Sacramento!
Aunque es posible que te tengan en un prójimo necesitado.
Siento el deber de presentarte la súplica de muchos
a los que les prometo mi recuerdo ante ti
Como Tú lo hiciste ante tu Padre por los tuyos,
hoy te ruego que no desoigas el clamor de los que sufren.
Aquí, en la montaña, en soledad y silencio,
elevo mi oración por tantos,
que agobiados en sus casas
no tienen quizá espacio adecuado para orar.
Es un privilegio tenerte ante los ojos hecho pan santo
y celebrarte Eucaristía.
Por ellos, Señor, por todos,
Cristo de la Salud, acoge esta oración.