TEXTO BÍBLICO
“No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan.” (Lc 1, 13-14).
VENTANA: LA GRACIA
La liturgia nos ofrece dos textos bíblicos en los que cabe encontrar una concurrencia especial, al comparar la concepción de Sansón, y la concepción de Juan Bautistas. Si el Libro de los Jueces narra: “Había en Sorá un hombre de estirpe danita, llamado Manoj. Su esposa era estéril y no tenía hijos. El ángel del Señor se apareció a la mujer y le dijo: «Eres estéril y no has engendrado. Pero concebirás y darás a luz un hijo” (Jue 2, 2-3), san Lucas describe en el Evangelio de forma semejante el nacimiento del Precursor: “El ángel le dijo: «No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. Te llenarás de alegría y gozo, y muchos se alegrarán de su nacimiento” (Lc 1, 13-14).
Dios tiene poder para hacer fecunda a una mujer estéril y para dar a unos ancianos engendrar hijos. El argumento del ángel Gabriel se apoyará en el poder divino para convencer a María, la madre de Jesús, de que Dios podía hacerla madre sin concurso de varón.
La acción divina, no solo la podemos contemplar en los hechos que narra la Escritura, sino que cabe personalizar los textos y reconocer que en la vida de cada uno se dan hechos que acontecen más allá de la capacidad natural o porque se trasciende la naturaleza. En muchas ocasiones, cada uno es testigo de cómo algo que le parece imposible, sin embargo, acontece.
PROPUESTA
Repasa tu historia y bendice a Dios por lo que ha hecho en ti.
