“Si ni la vid ni la higuera ni el granado ni el olivo producían fruto, desde este día yo daré bendición.” (Ag 2, 19)
EL GRANADO
Si el árbol del granado sale ocho veces en los textos bíblicos, sin embargo su fruto y el zumo de las granadas aparece para expresar las horas más íntimas de la relación con Dios. “De mañana iremos a las viñas; veremos si la vid está en cierne, si las yemas se abren, y si florecen los granados. Allí te entregaré el don de mis amores.” (Ct 7, 13). Y a la hora de presentar la tierra de la promesa, se describe con la abundancia de frutos, entre los que están los granados: “Pues el Señor tu Dios te conduce a una tierra buena, tierra de torrentes, de fuentes y hontanares que manan en los valles y en las montañas, tierra de trigo y de cebada, de viñas, higueras y granados, tierra de olivares, de aceite y de miel” (Dt 8, 7-8)
CONSIDERACIÓN
El Adviento nos muestra a Dios enamorado, que viene a este mundo a declarar su amor por la humanidad, y escoge a María para hacerla su Madre. El ángel la llamará “Amada de Dios”, algunos interpretan que en las palabras del Ángel se puede escuchar: Dios quiere hacer de ti su jardín”. María representa a la amada del cantar, y lo que era el pueblo elegido se concentra en ella. Y resuena el verso: “Al nogueral había yo bajado para ver la floración del valle, a ver si la vid estaba en cierne, y si florecían los granados.” (Ct 6, 11)
PROPUESTA
¿Cómo personalizas el Misterio de la Encarnación?
