TEXTO BÍBLICO
“«¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: “Dentro de poco ya no me veréis y dentro de otro poco me volveréis a ver”? En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría».” (Jn 16, 20)
COMENTARIO
Hemos llegado a la cuarentena pascual. Aunque el calendario litúrgico, por razones laborales, celebra el próximo domingo la Ascensión del Señor, para muchos cristianos aún resuena el dicho: ‘Hay tres jueves en el año que relumbran más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión’.
El Evangelio de San Juan afirma una paradoja: ‘Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría’. La razón de esta afirmación que hace Jesús a los suyos está en la promesa del envío del Espíritu Santo, condicionado a que Jesús retorne al seno de su Padre Dios. ‘El fruto del Espíritu es: amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, lealtad, modestia, dominio de sí’ (Gal 5, 22-23).
El Papa Francisco nos hace constantemente una llamada a la alegría, como lo demuestra con el título de sus documentos: ‘Evangelii Gaudium’ (La alegría del Evangelio), ‘Amoris Laetitia’ (La alegría del amor), ‘Veritatis Gaudium’ (La alegría de la verdad), ‘Gaudete et Exultate’ (Alegraos y regocijaos). San Francisco de Asís nos enseñó en qué consiste la perfecta alegría, que es llenarse de gozo en momentos adversos.
PROPUESTA
¿Es tu alegría natural o teologal?
