TEXTO BÍBLICO
COMENTARIO
Ya san Juan, en el prólogo del Evangelio, anticipó la identidad de los creyentes: “Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron. Pero a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre.” (Jn 1, 11-12) Hoy Jesús afirma: “Sois dioses”, a quienes vino la Palabra de Dios. Si nos sentimos a veces tan débiles, nos parece exagerado sentirnos divinizados, y sin embargo Dios, cuando nos mira, ve en nosotros el rostro de su Hijo.
IMAGEN: HIJO DE DIOS
Observa el icono más antiguo que se venera en el Monasterio de Santa Catalina del Sinaí. El rostro de Jesús aparece iluminado de manera diferente, lo mismo que su mirada. En ello se ha querido ver la forma de plasmar la divinidad y la humidad de Cristo. La mano derecha, en posición de bendecir, revela con el gesto de sus dedos que es la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, y se muestra con el Libro Santo en la mano, como quien es la Palabra y Maestro de sabiduría.
DIVINIZADOS
“La auténtica mística cristiana es, por tanto, inseparable de la encarnación (Dios hecho hombre) y la deificación (humanidad hecha Dios) El fruto de la vida contemplativa cristiana es, por consiguiente, encarnar a Cristo, que se ha hecho carne misma de nuestra carne” (Vincent Pizzuto).
PROPUESTA
Si Cristo está en ti, ¿te vives en Cristo?