Las vidas claustrales,
Los testigos del silencio,
Los que habitan los desiertos humanos,
Los contemplativos,
Quienes buscan enteramente a Dios,
Los monjes,
Los desposados con Cristo,
Los iniciados en la soledad,
Los que habitan en el mundo rural.
Se convierten, en esta hora de confinamiento y de pandemia
en signos luminosos.