
TEXTO EVANGÉLICO
COMENTARIO
Observa el día y el lugar de la escena evangélica: el sexto día en un monte alto. Si tenemos en cuenta las concurrencias bíblicas, en el relato de la Creación, el sexto día Dios formó al hombre y culminó su obra creadora. El monte alto puede evocar el Sinaí o el monte de las Bienaventuranzas, pero también el Monte Calvario, donde Jesús va a ser levantado en alto. Con estas concordancias, el relato de la Transfiguración tiene resonancias del beneficio de la creación y de la Redención.
Al mostrarse transfigurado, Jesucristo nos revela la nueva humanidad, la que gracias a su ofrenda en la Cruz recupera la adopción divina para toda la humanidad, y la posibilidad de poder invocar a Dios como a Padre, al sentirnos amados en su Hijo Jesús.
Naturalmente, ante el destello de luz, como les sucedió a los apóstoles, uno queda sobrepasado, y le supera saberse amado de Dios en su Hijo amado. Sin embargo, en la Transfiguración de Jesús, canon de máxima belleza, se nos revela lo que somos para Dios, gracias a la Encarnación de su Hijo en nuestra naturaleza.
PREGUNTA
¿Te valoras y vives como quien es hijo adoptivo y amado de Dios?