PROFECÍA
“Y tú, Belén Efratá, pequeña entre los clanes de Judá, de ti voy a sacar al que ha de gobernar Israel; sus orígenes son de antaño, de tiempos inmemoriales. Por eso, los entregará | hasta que dé a luz la que debe dar a luz (Miq 5, 1-2).
ICONO: EL BELÉN
Es tradición cristiana montar el belén en casa, en la iglesia, en las calles, y suele hacerse con materiales muy humildes, que sacramentalizan el misterio de Dios hecho materia, encarnado.
CUMPLIMIENTO DE LA PROFECÍA
“Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel de Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?” (Lc 1, 41-43)
CONSIDERACIÓN
Todo obedece a un plan de Dios de restaurar la creación, de imprimir la belleza que Él quiso desde el principio. Y acontece por la obediencia de su Hijo, que encarna el salmo: “Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”.
ADVIENTO REAL
Cada uno podemos pedir que se haga en nosotros la voluntad de Dios y permanecer atentos a las insinuaciones del Espíritu.
ACTITUD RECOMENDADA
A ejemplo del Hijo de Dios y de María, su madre, se nos invita a abrazar la voluntad divina.
PROPUESTA
Rezar conscientemente: “Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”.