TEXTO BÍBLICO
“Jesús les salió al encuentro y les dijo: «Alegraos». Ellas se acercaron, le abrazaron los pies y se postraron ante él. Jesús les dijo: «No temáis: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán»” (Mt 28, 9-10).
COMENTARIO
En la tradición judía el abrazo de los pies de una mujer a un varón se interpreta como el gesto de mayor intimidad. Así lo vemos en Betania, tanto en casa de Simón el Fariseo, como en casa de Marta, María y Lázaro. Cuando Rut se pone a los pies de Booz se preanuncia que la tomará por esposa. Los relatos de Pascua nos ofrecen la consumación de la Alianza de Dios con la humanidad. El Cuarto Evangelio detalla cómo en el jardín Jesús llama a María Magdalena: “Mujer”, y esta le abraza los pies, movimiento recreador, por el que la humanidad se reconcilia con Dios.
IMAGEN: LOS PIES
Jesús, en la Última Cena tomó la figura de la mujer. Si el gesto femenino es expresión de amor, el de Jesús no solo es el del que se anonada como siervo, sino el que se entrega como esposo.
Con la Resurrección de Jesús, Dios ha demostrado hasta donde ha llegado su amor y que ha cumplido su promesa.
ALIANZA CUMPLIDA
Se ha cumplido la profecía de Isaías: “Ya no te llamarán abandonada”, la alegría que encuentra el marido con su mujer la encontrará tu Dios contigo”. El amor de Dios manifestado en su Hijo redime el mundo. Cada uno puede sentirse abrazado por el amor divino.
PROPUESTA
¿Cómo experimentas el amor de Dios?