
EVANGELIO

Via Crucis XIV, Santa Clara Molina de Aragón
“Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar rabbí, porque uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el Mesías. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».” (Mt 23, 8-12)
SANTOS PADRES
“Aquella ofrenda de la tarde fue, pues, la pasión del Señor, la cruz del Señor, oblación de la víctima salvadora, holocausto agradable a Dios. Aquella ofrenda de la tarde se convirtió, por la resurrección, en ofrenda matinal. Así, la oración que sale con toda pureza de lo íntimo de la fe se eleva como el incienso desde el altar sagrado. Ningún otro aroma es más agradable a Dios que éste; este aroma debe ser ofrecido a él por los creyentes” (San Agustín).
CONSIDERACIONES
El Evangelio contiene la sabiduría de Dios, y en él se nos desvela la paradoja de que los últimos son los primeros, y los que se humillan serán enaltecidos.
Jesús, humillado hasta el extremo de padecer muerte de Cruz, es exaltado a la derecha de Dios, resucitado de entre los muertos.
El mayor título y la mayor dignidad que tenemos es el de haber sido redimidos, hechos hijos de Dios, herederos con Cristo. Ningún otro nombre o título puede salvar.
PROPUESTA
¿En qué o en quién te afirmas, en tus relaciones humanas o en Cristo?