TEXTO BÍBLICO
“Un doctor de la ley le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la ley?». Él le dijo: «“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente”. Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. En estos dos mandamientos se sostienen toda la Ley y los Profetas»” (Mt 22, 35-40).
COMENTARIO
Amar a Dios con todo el corazón, con toda tu alma y con toda tu mente se corresponde con el mandamiento principal, en el que se dice: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza” (Dt 6, 5). La novedad del Evangelio es el añadido que hace Jesús, al poner el amor al prójimo en paralelo con el amor de Dios.
Podemos observar que lo indicado en el mandamiento tiene que ver con las tentaciones que sufre Jesús y que se refieren a la sensualidad, simbolizada por el corazón; al afán de poder, que se simboliza con el alma y la mente, y al afán de tener, que se representa con las fuerzas, las capacidades y los dones personales.
Jesús, además de darnos el testimonio de vencer las tentaciones, nos ofrece los antídotos del ayuno, de la oración y de la limosna, pero sobre todo el salir de nosotros mismos amando al prójimo. El obsequio de amor más emblemático del Evangelio es la ofrenda de los Reyes Magos al Niño Jesús: el oro, el incienso y la mirra, que se corresponden con las prescripciones del mandamiento.
PROPUESTA
¿Dios es tu único dios?