
TEXTO BÍBLICO
COMENTARIO
La parábola “del rico y del pobre Lázaro” encierra una doble enseñanza. Una, si nos fijamos en el destino de Lázaro; otra, si observamos el final del rico. Mientras que el pobre, del que no se dice ni siquiera que fue enterrado, fue llevado por los ángeles al cielo porque sufrió mucho en vida, el rico, aunque se le rindieron pompas fúnebres, fue condenado. No se dice nada de que Lázaro ofreciera su penosa situación, sino que por haber padecido es llevado al seno de Abraham. Al rico se le condena por su falta de solidaridad.
REDIMIDOS
Asociarse a la Cruz de Jesucristo por haber compartido sus padecimientos será un título que acredite la identidad de quien, atravesada la frontera de la muerte, se presente ante Dios. En la hora suprema recibirá el título de bienaventurado por haber sufrido mucho en vida. En los tiempos que corren muchos están sometidos a una pobreza extrema, pero para los demás no debe ser consuelo el veredicto divino de que son bienaventurados. A todos se nos pide solidaridad con los que menos tienen y pasan necesidad. Al hacer los presupuestos debería haber una previsión para ayuda de los más pobres.
PROPUESTA
¿Compartes tus bienes?