
TEXTO EVANGÉLICO
CONSIDERACIÓN
Es bueno compartir los éxitos y los fracasos que se tienen en la tarea y en la misión, ayuda a drenar fantasmas y a vencer todo individualismo. Los discípulos comparten con el Maestro su experiencia apostólica.
Estamos en pleno verano, y la invitación de Jesús a los suyos es oportuna para hacer una pausa en el trabajo, descansar y gustar un tiempo de mayor intimidad con Dios. El descanso corporal es mayor cuando se sabe descansar el alma, el propio interior.
El silencio, el desierto, la soledad, la oración, los ejercicios espirituales, la convivencia amiga, el contacto con la naturaleza y el disfrute de la familia restauran las fuerzas, fortalecen el ánimo, oxigenan la mente y alegran el corazón.
Pero, aunque sea legítimo y necesario el disfrute de unas vacaciones, nunca deberemos cerrarnos a las necesidades del prójimo. Jesús en su intención de apartarse a un lugar tranquilo con sus amigos, nos da ejemplo al compadecerse de la multitud necesitada de aliento y de ánimo.
PROPUESTA
¿Cómo planteas tu tiempo de descanso? ¿Introduces algún momento de un ejercicio espiritual? ¿Descubres que tu proyecto es un tanto evasivo?