
TEXTO BÍBLICO
«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá» (Lc 1, 42-45).
COMENTARIO
La fortaleza de María hunde su raíz en su fe; ella es la creyente, la mujer fuerte, la que no se arredra y permanece de pie ante su Hijo en la Cruz. Ella aglutina a los discípulos de Jesús en la espera de Pentecostés como la gran matriarca. La Virgen nazarena nos ofrece el ejemplo valiente y arriesgado de emprender el camino a la montaña para servir, anticipo y profecía del ascenso de su Hijo al monte de las Bienaventuranzas.
DON DE ENTENDIMIENTO
ORACIÓN
Enciende con tu luz nuestros sentidos, infunde tu amor en nuestros corazones y con tu perpetuo auxilio, fortalece nuestra frágil carne.
PROPUESTA
¿En qué o en Quién fundas tu fe?