
Stop
El peregrino adquiere la experiencia de buscar a la vez un refugio donde recuperar las fuerzas y de lo necesario que es no detenerse, por atractiva que sea la etapa.
Ten el equilibrio de saber parar y de avanzar. Es principio de sabiduría lo que dice san Anselmo: “Deja un momento tus ocupaciones habituales, hombre insignificante, entra un instante en ti mismo, apartándote del tumulto de tus pensamientos. Arroja lejos de ti las preocupaciones agobiantes y aparta de ti las inquietudes que te oprimen. Reposa en Dios un momento, descansa siquiera un momento en él” (San Anselmo).
Ponte en camino
Después de esto, salió y vio a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme». Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su honor un gran banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos y otros. Y murmuraban los fariseos y sus escribas diciendo a los discípulos de Jesús: «¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?» (Lc 5, 27-32).
Propuesta
Hospeda a Jesús en tu casa y siéntate a la mesa que Él te ofrece en la Eucaristía.