
II.- JESÚS CARGA CON LA CRUZ, CAMINO DEL CALVARIO
El Evangelio de este día nos ofrece el intercambio sobrecogedor que ocurre en la historia de Jesús: Él se entrega a la muerte para darnos vida. “El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. Iba ya bajando, cuando sus criados vinieron a su encuentro diciéndole que su hijo vivía. Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría. Y le contestaron: «Ayer a la hora séptima lo dejó la fiebre». El padre cayó en la cuenta de que esa era la hora en que Jesús le había dicho: «Tu hijo vive». Y creyó él con toda su familia. (Jn 4, 50.53). No es indiferente que la curación se fije a la hora séptima, la hora siguiente a la que Jesús fue crucificado.
PONERSE EN CAMINO
Ponerse en camino es determinarse a seguir detrás de Jesús, quien dijo: “Yo soy el camino”. El Nazareno no nos engaña: «Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí, la encontrará” (Mt 16, 24-25).
PROPUESTA
¿Cómo interpretas las pruebas que te asaltan? ¿Son ocasión de configurarte con Cristo?