TEXTO EVANGÉLICO

III Domingo Pascua 2024“«¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo». Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Pero como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: «¿Tenéis ahí algo de comer?». Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos. Y les dijo: «Esto es lo que os dije mientras estaba con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo escrito en la Ley de Moisés y en los Profetas y Salmos acerca de mí». Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras.” (Lc 24, 38-45)

COMENTARIO

Este III Domingo de Pascua volvemos a escuchar la aparición de Jesús a los discípulos reunidos en el Cenáculo. Encuentro una coincidencia significativa. Los discípulos le dan de comer pez asado y, según San Juan, Jesús les espera en Galilea a la orilla de la playa con un pez sobre las brasas. Interpreto que Él se nos da para que nos demos. La Eucaristía es el sacramento en el que Cristo se nos da, para que nos entreguemos.

Sobresale la experiencia comunitaria de la resurrección, tanto en Jerusalén como en Galilea. Los textos refieren que todos los testigos de la Pascua tienen la necesidad de compartir lo que han visto, y así fortalecer su fe y su esperanza.

Muchos de los relatos pascuales aluden a las Escrituras y a la comprensión que los apóstoles comienzan a tener de ellas. Esta referencia es un argumento: los sucesos de Pascua no son accidentales o casuales, sino el cumplimiento de un plan divino.

PROPUESTA

¿Te sientas a la mesa de la Palabra y de la Eucaristía?

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