
CONSIDERACIÓN
Ya no tenemos que imaginar a Dios, Él se nos ha manifestado en su Hijo. Por el nacimiento del Hijo de Dios de la Virgen Nazarena, nos comprendemos como imagen del Primogénito.
En una ocasión, el apóstol Felipe le dijo a Jesús: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta». Jesús le replica: «Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí?” (Jn 14, 8-10)
EXPERIENCIA MÍSTICA
El Verbo, metido en los pechos del Padre y revelado en la carne, nacido de mujer, se manifiesta enamorado y asume nuestra naturaleza humana por amor, de tal forma, que ya no solo Dios se ha hecho hombre, sino que el humano se diviniza y quien acoge este Misterio es habitado por Él.
Santa Teresa describe: “Vi a la Humanidad sacratísima con más excesiva gloria que jamás la había visto.
SOBRECOGIMIENTO
“El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él” (Jn 14, 23).
PROPUESTA
¿Te sientes habitado por Dios?