Atención
En las palabras de Jesús encontramos consejos, avisos, mandamientos, parábolas…, pero cuando se trata de la oración, Él nos da un claro ejemplo y se pone como testigo hasta suscitar la emulación.
En uno de los momentos más recios de la vida de Jesús, cuando se retira a Getsemaní para orar, nos interpela con toda la fuerza de su angustia: «¿Por qué dormís? Levantaos y orad para no caer en tentación». “Orad, para no caer en tentación”. Y en otro momento: “Estad atentos, vigilad, pues no sabéis cuándo es el momento”. “Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora”.
Actualmente se ofrecen muchos cursos para reavivar la consciencia y vivir atentos, sensibles, percibiendo la realidad con los cinco sentidos. La Cuaresma es tiempo de despertar.
Enseñanza
Jesús enseña cómo orar, y asegura que el grito del pobre es escuchado y que el humilde alcanza el favor de Dios. La Palabra de Dios no vuelve vacía, cumple su encargo, retorna hecha alabanza, súplica, acción de gracias o misericordia.
“Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará. (Mt 6, 5-6)
Propuesta
En tu proyecto cuaresmal, ¿has previsto un tiempo de oración y de lectura de la Palabra de Dios?