
Atención
El ayuno no significa solo dominio corporal, también es una llamada a compartir, y no solo los bienes materiales, sino también el tiempo, para poder acompañar, escuchar y acoger. El Evangelio nos llama a estar atentos, porque junto a nosotros puede haber quienes sufren y necesitan nuestra sensibilidad y generosidad.
Mandamiento
Hay un principio oriental que afirma: No hay sonrisa que envíes que no vuelva hacia ti. Y el Evangelio asegura que ni un vaso de agua que demos al prójimo quedará sin recompensa. Es una ley de circularidad.
“Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hamb
re y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme” (Mt 25, 34-36).
Propuesta
¿Qué obra de misericordia sientes que puedes practicar?