LA CRONOLOGÍA BÍBLICA SE DEBE INTERPRETAR EN CLAVE TEOLÓGICA
“Algunos autores creen que la indicación de la hora exacta no tiene valor simbólico. Otros comentaristas, sin embargo, hablan, simbólicamente, de la hora del cumplimiento mesiánico o del inicio de la hora cristiana” (J. Girón, 84). “Al principio”; “al tercer día”; “cuarenta días”; “al sexto día”; “el octavo día”; “a la cuarta vigilia”; “al amanecer”; “al mediodía,…” Al fijar la escena en horas tan concretas cabe interpretar una intencionalidad en el autor, por la que se señala no solo la historicidad del pasaje, sino el sentido del mismo, según el día y a la hora que acontece. Ayuda mucho, para comprender el mensaje revelado que se describa un pasaje en las coordenadas cronológicas de la travesía del Mar Rojo, en tiempos del Éxodo. Desde esa cronología, la travesía del Lago de Galilea adquiere un significado mucho más existencial que la mera descripción de fenómeno tormentoso. Si la travesía del Mar de Tiberiades comienza al atardecer, a la misma hora que la entrada de Israel en el Mar Rojo. Si un viento fuerte hace temer lo peor a los apóstoles, y los israelitas temen morir a manos de Faraón. Si Jesús aplaca la tormenta y al amanecer llegan sanos y salvo a la otra orilla, al igual que les acontece a los israelitas. La narración evangélica adquiere resonancias pascuales, que iluminan al creyente y le permiten confiar a pesar de vivir circunstancias adversas.
PROPUESTA
En las horas recias, ¿confías en la Providencia?