
En tiempo de vacaciones, los días son más distendidos, sin el horario de una vida reglada, que siempre ayuda a mantener el ritmo de oración. Sin embargo, aunque no se tenga el apoyo del orden del día, siempre cabe la recitación interior de oraciones memorizadas, y ninguna mejor que el padrenuestro.

El relato evangélico reitera siete veces la palabra “niña”. Este número no es indiferente en las descripciones bíblicas. Desde los días de la creación y la toma de Jericó, el siete es una referencia plena.

La vida de los apóstoles san Pedro y san Pablo es descrita de manera paralela en el libro de los Hechos de los Apóstoles. Entre las notas que concurren, se da la concordancia de la oración en momentos difíciles. “Mientras Pedro estaba en la cárcel, bien custodiado, la Iglesia oraba insistentemente a Dios por él.

La oración comunitaria no debe sustituir a la oración personal. Rezar juntos es más que hablar en voz alta delante de los demás de aquello que más nos preocupa. La oración comunitaria debería ir precedida de un tiempo de silencio y de escucha interior, de purificación de los sentidos.

A la hora de orar con la Palabra de Dios, se recomienda hacer un tiempo de silencio, leer un pasaje bíblico, que puede ser el texto litúrgico del día; meditarlo, orarlo, y quedar en la rumia y plegaria, fijándose en alguna frase que se perciba más incisiva, hacerlo con amor, y aplicarlo a la vida.

Es muy diferente iniciar la jornada de manera mecánica, acelerada, preocupados por el quehacer, a tener un tiempo de meditación, de oración, y de lectura de los libros santos

Año de oración TEXTO BÍBLICO “Tú cuidas la tierra, la riegas y la enriqueces sin medida; la acequia de Dios va llena de agua, preparas los trigales; así preparas la…

Juan Bautista presenta a Jesús y lo hace desde el privilegio que tuvo antes de nacer. Cuando aún estaba en el seno materno saltó de gozo. El Precursor anuncia a Jesús como la revelación del amor de Dios, a quien no puede desatarle la sandalia

La travesía del Mar de Galilea se convierte en una referencia existencial. La orden del Maestro de atravesar el lago se puede interpretar como una alusión a la vida de cada persona, desde que nace hasta que muere

“El Espíritu acude en ayuda de nuestra debilidad, pues nosotros no sabemos pedir como conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables”