TEXTO EVANGÉLICO
“«Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no viene con nosotros». Jesús respondió: «No se lo impidáis, porque quien hace un milagro en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro. Y el que os dé a beber un vaso de agua porque sois de Cristo, en verdad os digo que no se quedará sin recompensa” (Mc 9, 38-41).
CONSIDERACIÓN
Hoy es la jornada del migrante y del refugiado. Difícilmente podemos imaginar lo que significa perder tierra, casa, familia, y encontrarse en un lugar extraño, en una cultura diferente, sin referencias sociales ni religiosas. El gesto de dar un vaso de agua se convierte en sacramento, imagen de hospitalidad sin condiciones.
Vivimos momentos de confinamiento, de miedo al contagio, de atomización de la sociedad, de reclusión, de defensa del otro por si nos trae el virus, y con ello cabe que se esté fraguando una actitud defensiva, de rechazo al que es diferente. Al mismo tiempo, destacan quienes sin mirar procedencia socorren, acogen, auxilian, insertan a los que proceden del exterior. Hoy es un reto para creyentes la sacramentalidad del prójimo.
Puede parecer que Jesús relativiza la identidad religiosa, y que da lo mismo pertenecer a cualquier credo. El Maestro ensancha la mirada inclusiva y asocia a su persona a todos los que obran de buena voluntad: “El que no está contra nosotros está a favor nuestro”.
PROPUESTA
¿Te descubres acogedor o defensivo? ¿Tienes gestos solidarios?