TEXTO EVANGÉLICO

«Rabbí, ¿cuándo has llegado aquí?» Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: vosotros me buscáis, no porque habéis visto señales, sino porque habéis comido de los panes y os habéis saciado. Obrad, no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre, porque a éste es a quien el Padre, Dios, ha marcado con su sello.» Ellos le dijeron: «¿Qué hemos de hacer para obrar las obras de Dios?» Jesús les respondió: «La obra de Dios es que creáis en quien él ha enviado» (Jn 6, 25-29).

CONSIDERACIÓN

El Cuarto Evangelio está abrazado por la actitud de búsqueda; así aparece al principio, cuando Jesús se vuelve y les pregunta a los dos discípulos de Juan que le siguen: “¿Qué buscáis?” Y, al final, en la mañana de Pascua, el Resucitado se dirige a María Magdalena con una pregunta semejante: “¿A quién buscas?” Al comprobar esta concurrencia del verbo buscar, al principio y al final del texto evangélico, se puede afirmar que la actitud que nos corresponde es la de buscar siempre al Señor. Cabe un proceso progresivo de buscar algo a buscar a alguien.

Pero el Evangelio de hoy denuncia la posible razón interesada de buscar a Jesús, que no es por Él mismo, sino porque satisface la necesidad biológica de comer. “Me buscáis porque habéis comido pan”. Cuando el pan que nos ofrece Jesús es Él mismo, y para buscarlo es necesaria la fe.

XVIII Domingo Tiempo Ordinario2024Como busca la cierva corrientes de agua,

así mi alma te busca a ti, Dios mío;

mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo:

¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios? (Sal 41, 2-3)

 

PROPUESTA

¿Te sientes denunciado por Jesús, porque te ves aludido en los que lo buscan por interés y no por amor? ¿Participas de la Eucaristía con agradecimiento?

© Buenafuente del Sistal 2024   |   Aviso Legal

Síguenos en Youtube:        Instala nuestra App: