
TEXTO EVANGÉLICO
CONSIDERACIÓN
El Evangelio identifica a Jesús, según la carne, como hijo del carpintero e hijo de María. En los últimos años se ha ahondado en la jesusología, en el Jesús histórico, con el deseo de acercarse más al Nazareno, en todo semejante a nosotros, menos en el pecado. Jesús es una persona histórica, no es leyenda, ni mito, ni se debe a una construcción literaria.
Actualmente se interpreta que el oficio de san José estuvo más relacionado con la construcción que con la carpintería, y que muy posiblemente fueran padre e Hijo a trabajar a Séforis, capital de los romanos en Galilea, y precisamente fuera en esta ciudad donde probablemente Jesús obtuvo conocimientos bíblicos y culturales en la escuela rabínica. No obstante, era asistido por el Espíritu Santo. Jesús personaliza: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido.”
El texto evangélico nos denuncia la posible actitud refractaria ante los más cercanos; puede que nos suceda como describe el Evangelio, que seamos admiradores de los de fuera y desmitificadores de los de casa. Hoy se nos advierte del virus que cabe alberguemos en las comunidades, en los pueblos pequeños, donde las personas se atomizan en ideologías. La pandemia ha acrecentado el individualismo.
PROPUESTA
¿Admiras o criticas a los que conviven contigo? ¿Aprecias a las personas de tu entorno?