“Al principio creó Dios el cielo y la tierra. La tierra estaba informe y vacía; la tiniebla cubría la superficie del abismo, mientras el espíritu de Dios se cernía sobre la faz de las aguas. Dijo Dios: «Exista la luz». (Gn 1, 1-3)
UN SALUDO
“La gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el Amor del Padre y la Comunión del Espíritu Santo estén siempre con vosotros.” (2Cor 13, 13)
UNA CONFESIÓN
Creo en Dios Padre, todo poderoso. Creo en Jesucristo, su único Hijo. Creo en el Espíritu Santo: Señor y dador de vida.
UNA ALABANZA
Gloria al Padre, gloria al Hijo, y gloria al Espíritu Santo.
UN RECONOCIMIENTO
“Estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni ninguna otra criatura podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor. (Rom 8, 30)
UNA IDENTIDAD
Somos hijos de Dios
Hermanos de Jesús, miembros de su Cuerpo.
Templos del Espíritu Santo.
UNA EXPERIENCIA
Señor, tú me sondeas y me conoces.
Me conoces cuando me siento o me levanto, | de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso, | todas mis sendas te son familiares.
No ha llegado la palabra a mi lengua, | y ya, Señor, te la sabes toda.
Me estrechas detrás y delante, | me cubres con tu palma.
Tanto saber me sobrepasa, | es sublime, y no lo abarco.
UNA BENDICIÓN
Que Dios os bendiga y os guarde
Haga brillar su rostro sobre vosotros y os conceda su favor.
Vuelva su mirada a vosotros y os de la paz.