TEXTO EVANGÉLICO
“A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y se alegraban con ella. A los ocho días vinieron a circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre; pero la madre intervino diciendo: «¡No! Se va a llamar Juan».” (Lc 1, 57-60)
COMENTARIO
Hoy mengua el sol, aunque es el día de luz más prolongada. Hace tres meses que celebrábamos la Encarnación, y estamos a seis meses de la Navidad. La Iglesia toma estas referencias a la hora de celebrar los Misterios de la fe, que se manifiestan en nuestra temporalidad.
El Dios eterno, se hace tiempo.
El que anunciaron los profetas,
se manifiesta en el seno materno.
Nace el Precursor de quien es la Luz.
Dios nos hace misericordia.
Desborda la naturaleza.
La Estéril da a luz,
la Virgen es madre.
Nada es imposible para el Creador.
Quien hizo todo de la nada
puede hacer fecundos nuestros desiertos.
Y hacer florecer la estepa yerma.
Tú, si das fe a la Palabra
puedes superar la noche más aciaga,
sobrevivir en la tormenta,
y comenzar siempre de nuevo.
No exprimas el ayer, vive el hoy.
No mires hacia atrás,
hay augurios fecundos.
¡Exulta bendiciones la montaña!