
EL LUGAR DE LA CENA
Señor, si no podemos salir de casa; si estamos confinados en nuestros hogares, ¿cómo celebrar el Jueves Santo? Y toman actualidad las noticias de las primeras comunidades cristianas, con las mismas circunstancias que prescriben las Escrituras, refiriéndose a los tiempos de Moisés: “El diez de este mes cada uno procurará un animal para su familia, uno por casa. Si la familia es demasiado pequeña para comérselo, que se junte con el vecino más próximo a su casa, hasta completar el número de personas; y cada uno comerá su parte hasta terminarlo” (Ex 12, 3-4).
EL CENÁCULO
Convirtamos nuestros hogares en cenáculos, y nuestras familias en iglesias domésticas. Mi padre,
Cabe hacer el lavatorio de los pies en familia, leer las Escrituras de la Liturgia, disponer el salón para asistir a la retransmisión de los cultos por algún medio, guardar el respeto sagrado como si se estuviera en el templo.
Las circunstancias invitan a disponer el propio corazón como mejor recinto donde resuenen las palabras de Jesús del mandamiento nuevo.
PROPUESTA
Haz liturgia doméstica, convierte el salón de tu casa en cenáculo, ten tiempos familiares de oración.