TEXTO EVANGÉLICO

Lunes Santo 2022Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa. María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume.” (Jn 12, 1-3)

 

COMENTARIO

No es indiferente la ubicación de la escena evangélica en la casa de los amigos de Jesús, en vísperas de los días de la Pasión, ni que la estancia se llene del olor del perfume derrochado a los pies del Maestro y amigo. A cada uno le corresponde la posibilidad de ser estos días buen olor de Cristo, derroche de relación amistosa y afectiva con el Señor, ofreciéndonos en gestos de amor fraterno y contemplativo.

IMAGEN – EL PERFUME

El perfume evoca la relación enamorada, aparece en las bodas del príncipe real: “A mira y áloe hueles tus vestidos”, aromas con las que se embalsamará el cuerpo del Crucificado, como auténtico novio en el lecho nupcial. La oración se convierte en incienso perfumado, y la estancia remecida del suave olor es nuestro interior, la casa amiga donde le gusta estar a Jesús.

LA CASA

Si reparamos en los textos evangélicos, sorprende las veces que aparece la referencia a la casa, y cómo es en ese espacio donde tienen lugar las acciones más íntimas de Jesús con los suyos y quienes muestran un deseo sincero de cambio de vida. No es indiferente que Jesús haya nacido en Belén, “la casa del pan”; que los primeros discípulos sean de Betsaida, “la casa del pescado”; que se hospede en Betania, “la casa del amigo”, y se muestre resucitado en la casa donde estaban encerrados los apóstoles.

PROPUESTA

¿Te sientes casa acogedora para hospedar a Jesús?

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