“Lo débil del mundo lo ha escogido Dios para humillar lo poderoso.” (I Cor 1, 27)
“Por eso vivo contento en medio de las debilidades. Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.” (2Cor 12, 10)
“Llevamos este tesoro en vasijas de barro, para que se vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros” (2 Cor 4, 7)
“En efecto, no entiendo mi comportamiento, pues no hago lo que quiero, sino que hago lo que aborrezco” (Rom 7, 15)
“A nadie devolváis mal por mal. Procurad lo bueno ante toda la gente” (Rom 12, 17)
“A nadie le debáis nada, más que el amor mutuo; porque el que ama ha cumplido el resto de la ley.” (Rom 13, 8)
“El amor no pasa nunca” (1Cor 13, 8)