El Espíritu Santo
Nos hace seres vivos (Gn 2,7): Ven, Espíritu Santo y danos vida.
Nos da la fe y la esperanza (Rom 15, 13): Ven, Espíritu Santo, confírmanos en las virtudes teologales.
Nos colma de dones (Ti 3, 5-6): Ven, Espíritu Santo, repártenos tus siete dones.
El Espíritu de Dios
Nos hace profetas (Act 19, 6): Ven, Espíritu Santo, y haznos profecía del reino de Dios.
Nos consagra (1Co 6, 19). Ven, Espíritu Santo, no permitas que profanemos tu santuario.
Nos santifica (Ef 4, 30): Ven, Espíritu Santo, no permitas que desacreditemos tu gracia.
El Paráclito
Nos habita (2Tm 1, 14): Ven, Espíritu Santo, huésped del alma, déjate sentir en nuestro interior.
Nos inspira (Lc 12, 12): Ven, Espíritu Santo, asístenos en las horas de prueba.
Nos identifica (Ef 1, 13): Ven, Espíritu Santo, toma posesión de tus fieles.
El Espíritu Creador
Nos libera (Rom 8, 15): Ven, Espíritu Santo, líbranos de recaer en el temor y en la esclavitud del pecado.
Nos restaura (Is 44, 24. 26): Ven, Espíritu Santo, restáuranos, como vasija en manos de alfarero.
Nos perdona (Jn 20, 22-23): Ven, Espíritu Santo, y perdona nuestros pecados.
El Abogado divino
Nos fortalece (1Pe 1, 12): Ven, Espíritu Santo, sé Tú nuestra fortaleza.
Nos da valor (Act 4, 31): Ven, Espíritu Santo, haznos valientes y humildes.
Nos defiende (Mc 13, 11): “Ven, Espíritu Santo, Paráclito, abogado defensor, escudo y defensa.
El Consolador divino
Nos da paz (Rom 14, 17): Ven, Espíritu Santo, déjanos gustar la paz del corazón.
Nos alegra (Lc 10, 21): Ven, Espíritu Santo, que no perdamos la señal de tu presencia.
Nos consuela (Act 9, 31): Ven, Espíritu Santo, nuestro Consolador.
El Consejero divino
Nos instruye (Jn 14, 26): Ven, Espíritu Santo, haznos dóciles a tus inspiraciones.
Nos aconseja: Ven, Espíritu Santo, instrúyenos en el camino del bien hacer.
Nos ilumina: Ven, Espíritu Santo, Luz que penetras las almas, infúndenos tu claridad.
El Amor de Dios
Nos capacita: Ven, Espíritu Santo, y haznos “capaces de compartir la herencia del pueblo santo en la luz.” (Col 1, 12)
Ora en nosotros (Rom 8, 26): Ven, Espíritu Santo, ora en nosotros.
Nos mantiene en comunión (1 Co 13, 13): Ven, Espíritu Santo, reúnenos y únenos en tu presencia.
Nos ama (Rom 5, 5): Ven, Espíritu Santo, amor divino, fuego ardiente, inflámanos de amor a Dios y a los hermanos.