VII ESTACIÓN: JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ
“Comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén y sufrir mucho de parte de los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, y ser matado y resucitar al tercer día. Tomándole aparte Pedro, se puso a reprenderle diciendo: «¡Lejos de ti, Señor! ¡De ningún modo te sucederá eso!» Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: «¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Escándalo eres para mí, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres!” (Mt 16, 21-23)
COMENTARIO
Una postura recomendada es la de arrojarse al suelo en reconocimiento de los propios pecados, como el publicano de la parábola, que rezaba: “Apiádate de mí, que soy un pecador”. Jesús cae al suelo y se levanta, para que nosotros nunca pactemos con la caída ni pensemos que, si vamos a volver a caer, ¿para qué levantarnos?
El secreto del camino espiritual no está en no tropezar o caer, sino en levantarse siempre, abriéndose a la misericordia de Dios. Nada es irremediable para quien reconoce su debilidad y se abre a la gracia.
PROPUESTA
No pactes con tus caídas