Parece pretencioso saberse amado,
y lo soy.
Parece narcisismo creerse valioso,
y lo soy.
Parece inconsciencia sentirse conocido de Dios
y lo soy.
No es por mí, sino por Él.
No es por mi valer, sino por su amor.
Soy amado de Dios, tal y como soy.
Soy amado ahora y aquí.
La brisa me envuelve como abrazo,
me sumerjo en la presencia invisible,
y real de la mirada que me atrae
a la vez que se imprime en la mía.
Soy amado, querido, conocido,
llamado, amigo, deseado,
abrazado, por quien es AMOR.
Buenafuente, 19 de agosto, 2024