Año de oración

TEXTO BÍBLICO

Ano preparacion JubileoLectura oranteJesús “fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el rollo del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos; a proclamar el año de gracia del Señor».” (Lc 4, 16-19)

COMENTARIO: LECTURA ORANTE

Cada vez más se apela como recurso pastoral al conocimiento de las Sagradas Escrituras, y al método de lectio divina, como ayuda a la oración personal y comunitaria. Desde 1150, cuando Guigo el Cartujano escribió “La escala del paraíso”, se ha venido practicando el ejercicio de leer, meditar, orar y contemplar la Palabra de Dios.

La práctica orante de la Biblia se remonta al Antiguo Testamento. Jesús nos demuestra en el pasaje lucano que conocía las Escrituras, y María, la madre de Jesús, es ejemplo y maestra en el modo de conocer y de orar la revelación. El Evangelio resume en dos acciones el modo con que la Virgen reaccionaba ante acontecimientos que le superaban: “María, por su parte, conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón” (Lc 2, 19). “Su madre conservaba todo esto en su corazón” (Lc 2, 51).

A la hora de orar con la Palabra de Dios, se recomienda hacer un tiempo de silencio, leer un pasaje bíblico, que puede ser el texto litúrgico del día; meditarlo, orarlo, y quedar en la rumia y plegaria, fijándose en alguna frase que se perciba más incisiva, hacerlo con amor, y aplicarlo a la vida.

PROPUESTA

Lee y medita la Sagrada Escritura para orar con ella.

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