
A la hora de orar, en todos los casos, se parte de la relación con Jesús. Ante Él y con Él caben todas las expresividades de la vida hechas amorosamente como signo de un trato personal con quien sabemos que es el Señor y que nos ama.

Sorprende el modo en que Jesús se dirige a su madre, según el Cuarto Evangelio, llamándola “mujer”. El contexto bíblico, en ese nombre, revela la identidad de María como la nueva Eva, esposa y madre, icono de la Iglesia y de la nueva humanidad redimida.

“El temor de Dios es el don del Espíritu que nos recuerda cuán pequeños somos ante Dios. Esto es el temor de Dios: el abandono en la bondad de nuestro Padre que nos quiere mucho” (Papa Francisco)

“El don de piedad suscita en nosotros la gratitud y la alabanza. Piedad, por lo tanto, es sinónimo de auténtico espíritu religioso, de confianza filial con Dios, de esa capacidad de dirigirnos a Él con amor y sencillez, que es propia de las personas humildes de corazón” (Papa Francisco)

Horario Día 17 18:30, Vísperas 20:00, Cena 21:15, Completas Día 18, La Virgen de los Santos 7:30, Laudes 8:15, Tercia 9:00, Desayuno 11:00, Inicio de la Romería 12:00,…

“El don de ciencia, no ciencia en el sentido técnico, como se enseña en la Universidad, sino ciencia en el sentido más profundo, que enseña a encontrar en la creación los signos, las huellas de Dios, a comprender que Dios habla en todo tiempo y me habla a mí, y a animar con el Evangelio el trabajo de cada día; a comprender que hay una profundidad y comprender esta profundidad, y así dar sentido al trabajo, también al que resulta difícil.” (Papa Benedicto XVI)

“Con el don de fortaleza, el Espíritu Santo libera el terreno de nuestro corazón, lo libera de la tibieza, de las incertidumbres y de todos los temores que pueden frenarlo. Es una gran ayuda este don de fortaleza, nos da fuerza y nos libera también de muchos impedimentos” (Papa Francisco)

El don de consejo, que os guiará a descubrir el proyecto de Dios para vuestra vida, para la vida de cada uno de vosotros (Benedicto XVI)

Hay momentos en los que uno desea no imponer su criterio, sino que se cumpla la voluntad divina. De manera especial en situaciones de crisis viene a los labios la oración: “Hágase tu voluntad”.